viernes, 12 de noviembre de 2010

Trabajo Práctico N°3: Cobertura periodística sobre la muerte de Kirchner

Entrevista al periodista político Jorge Riani
Autores: Esteban Arquiel; Gonzalo Nuñez; Leandro Atum.


Con una edición abocada a la noticia, El Diario duplicó sus ventas.
      
Jorge Riani: “La agenda fue meramente
dibujada por la muerte de Kirchner”
Jorge Riani es periodista de El Diario de la ciudad de Paraná, al cual ingresó a trabajar a los 16 años de edad, en 1984. A lo largo de casi dos décadas desempeñó allí
diferentes tareas, como la de coordinador general de Redacción, durante siete años. En una entrevista exclusiva para el blog Politicomunicacion, relató la cobertura que hizo el matutino en el que se desempeña, sobre la muerte de Kirchner. Al mismo tiempo aseguró “son esos casos paradigmáticos en la carrera de uno”, y relacionó el hecho con la caída de las torres gemelas en 2001.

--¿En qué aspectos la muerte de Kirchner cambió la agenda que tenía prevista El Diario?
--No sólo la cambio, sino que fijó la agenda porque fue temprano. A partir de ahí hubo que definir todo, repartir las tareas, hablar con nuestros redactores y escuchar sus propuestas. Fue una jornada distinta, se trabajó seguido desde las 9 de la mañana hasta pasada la medianoche. Tratando incluso de cambiar la edición sobre la marcha, porque estos hechos políticos van definiendo una jornada totalmente diferente. Son esos casos paradigmáticos en la carrera de uno, es decir, lo de las torres gemelas fue otro. Te olvidás que comes, para el caso particular, que había censo. Toda la jornada que estaba centrada en lo que iba a ser el censo, las aspostillas, nada de eso se hizo. La agenda fue meramente dibujada por la muerte de Kirchner. De modo que lo que estaba planteado para el día anterior como un día de trabajo que tenía que ver con el censo, lo que hicimos fue lisa y llanamente tirarlo al cesto de la basura, sentarnos a hablar sobre una nueva agenda. El Diario salió a las 12:30 de la noche, pero trabajamos todo el día. Cambió toda la edición, ya que en el periódico tenemos dos cuerpos: uno que es el central, desde la tapa hasta la contratapa que son 12 páginas; y una segunda sección que en el periodismo se llama material en frío, aquello que se trabaja en el día anterior o a la mañana del mismo día. Lo que tiene que ver con agenda y eventos sociales se borró, y se hizo un solo cuerpo con pura información caliente. Más que alterar el horario de publicación del diario, lo que cambió fueron nuestros horarios.

--¿El Diario se hizo eco de los medios nacionales?
--El desafío de El Diario de Paraná cuando muere Néstor Kirchner, fue no solamente hacernos eco de las agencias de noticias, sino también darle ese anclaje local. Nosotros lo que tenemos que contar es en este esquema político como repercute. Hubo mucho clima, la persona encargada de la contratapa, ese día fue a la plaza y describió lo que transcurría. Más que  nada, reflejar todas las voces, que cada redactor pueda contar desde su experiencia y desde su especificidad, cómo repercute la muerte en Entre Ríos. A partir de ahí hacer especulaciones: ¿Qué va a pasar con Urribarri? ¿Con Busti? ¿Qué dice el Peronismo Federal en esta instancia? ¿Qué significa en términos de expectativas para el 2011 la muerte de Kirchner?
 No olvidemos que cuando Néstor Kirchner debuta como presidente, la primera acción de gobierno tiene que ver con Paraná, cuando había 7 meses de atraso salarial a los docentes, vino Kirchner y en una medida muy clara, pero también con cierto efecto que quería demostrar,  resolvió el conflicto. A partir de ahí el ex presidente tuvo una acción concreta y mostró no sólo a la sociedad entrerriana sino argentina en general, que su estilo de hacer política era: empecemos ya, salgamos del protocolo. Bueno después lo que pasó acá en el Consejo de Educación, un Kirchner desacartonado, en una sociedad entrerriana que estaba bastante tensa, donde la policía formaba parte del paisaje natural. Su visita fue un punto de inflección en el humor social, y todo eso se intentó reflejar en El Diario. También hicimos un raconto de todas las veces que Kirchner visitó la provincia de Entre Ríos,  porque ésta en el esquema del kirchnerismo fue un aliado, y además porque es en este escenario donde se le generan los dos conflictos más importantes al gobierno nacional: la soja y lo de las papeleras. En el primer caso, el campo plantó bandera frente al gobierno kirchnerista. Y en el segundo caso, si hay un lugar que planteó en la agenda del kirchnerismo algo tan trascendente para los medios, es lo de las pasteras en nuestra provincia.

--¿En cuanto a la repercusión que se dio en la gente sobre la edición del diario?
--Hubo dos tipos de repercusiones: la gente que se vio gratificada por la capacidad de reacción rápida frente a un acontecimiento como éste, y eso se tradujo en felicitaciones de las personas a través de cartas, o de forma personal. En cambio, a otros les pareció un exceso haber hecho toda una edición sobre la muerte de Kirchner, solamente reservamos una sola página al censo. Los diarios de Buenos Aires, por ejemplo La Nación y Clarín, diría que pusieron la misma cantidad de cosas que nosotros, pero reservaron un espacio para otros temas. Algunos creyeron ver en el espacio que le dimos a la muerte, una especie de peronización de El Diario, y esto tiene que ver con una permanente observación del lector a partir de la venta a un empresario santafesino relacionado con el ex presidente. Para mí, lo que hicimos ese día fue un reflejo periodístico frente al hecho que venía a patear el tablero político. Lo cierto es que en lo que respecta al plano económico, se duplicó la venta de El Diario, y también hubo una respuesta inmediata del sector comercial que previó que se iban a vender muchos ejemplares. Esto no pasó cuando ascendió Patronato donde mucha gente quería comprar El Diario para guardarlo, y sin embargo no había. Esta vez nos avivamos.

--¿Y la reacción de la gente ante la muerte de Kirchner?
--De gran sorpresa e incertidumbre, fue un fenómeno particular, en un día particular porque toda la gente estaba en la casa y se desayunó con la noticia. La participación de la juventud fue una característica esencial, pero ésta es una lectura posterior, a los pocos días se empezó a manifestar mucho más claro y a ser un fenómeno que superó y reemplazó a la muerte. Está bien Kirchner murió antes de ayer, lo que queda es esta manifestación de la juventud que tuvo como escenario a Buenos Aires, lo que no quiere decir que acá no haya ocurrido, sino que se dio en menor magnitud. Incluso desde el gobierno el discurso se relacionó con la cantidad de jóvenes que se expresaron. A nivel general, pienso que la sociedad argentina trató de ver cuáles fueron las marcas que dejó Kirchner en su paso por la presidencia, y una de esas marcas tuvo que ver con posibilitar volver a hablar de política, aún cuando se la haya usado para criticarlo a él. Se recordó la cuestión de los derechos humanos, como así también ese punto negro del enriquecimiento ilícito que tenía frente a la opinión pública. Quizás en los medios del exterior se resolvió mejor algo que nosotros no podemos hacer, y es que Néstor Kirchner pone al desnudo la práctica del maniqueísmo: los argentinos no nos hemos puesto de acuerdo si Kirchner es un dios o un demonio, y me parece que no es ni uno ni otro, fue un ex presidente con cosas positivas y negativas.     


Audio de la entrevista disponible en:
 

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