viernes, 29 de octubre de 2010

Periodismo Político 2010 --- Trabajo Práctico Nº 2: América Latina, de Chávez a Zelaya

Ensayo: Perfil de Lula Da Silva
Autor: Leandro Atum

Lola o Lula

 Cuando se dirige la vista al sur del continente americano, se ven problemas y conflictos que desmoralizan y quitan energías a los países de ese lugar. Propongo mirar cautelosamente, como se lanzan nuevos pactos o contratos políticos, en los tiempos modernos del siglo XXI. Estos tienen como idea, hacer desaparecer y liberar a los pueblos de ese terrible flagelo, la pobreza. Al llevar la vista al lugar del eterno carnaval, de selvas vírgenes, playas, melodías sabrosas y ciudades gigantescas, que hacen segar y pensar que todo esta tranquilo y en pleno funcionamiento. Caigo en un barril sin fondo, en el cual derramo agua y no se llena nunca, por las grietas que se generadas por contradicciones, luchas, intereses individuales y el manejo del exterior. Me refiero a nuestro vecino país carioca: Brasil. Donde existió hace poco más Lula que Lola. Si, si no hay Lola te dicen cuando no existe una alternativa y no hay intereses en hallarla. Se necesita una mano sencilla, que pueda manejarse con certezas y aceptación. Pensar que no hay Lola, es esperar que los países del llamado primer mundo, resuelvan nuestros problemas. Será pecado intentar que prevalezcan esas garantías, fundadas en cada país independiente, soberano y democrático de America Latina o se necesita cambiar y abrir nuestras cabezas, conformando pactos que nazcan de nosotros. Utilizando armas pero no armas de acero y pólvora, como en el impensado golpe en Honduras, sacudida por esta mano invisible que separó al pueblo. O el golpe de Estado en Venezuela al Chavismo por parte de los fuertes capitales petroleros, cuando creíamos que esto ya había terminado, en una America de países libres e independientes. En este medio ambiente latinoamericano, chocó con una persona un poco baja, robusta pero sin carencia de sensibilidad y sentido, que lucha, no con la violencia sino con la solidaridad y la integridad, dos armas mucho más potente y penetrante que cualquier armamento antes visto. Lula o Luisito para los argentinos. Este hombre que en la actualidad es el presidente de una nación con más de 170 millones de habitantes, convivió y fue parte de la cruda realidad en la pobreza desde pequeño.
  Él como tantos otros, ingresó a la industria del metal a los tan solo 14 años de edad, que más que él para forjar nuevas armas que formen políticas de progreso, a este sindicalista o luchador lo eligió más del 61% de la población en el año 2003. Logró llegar a pesar de haber caído tres veces en elecciones anteriores, ¿qué coincidencia no? si decimos siempre que la tercera es la vencida. Este hombre y niño de espíritu rebelde, diría la magia negra brasilera, hizo que se forje en él un estandarte o icono en la política del país hermano Brasil.
Cuando nos referimos a ejemplos, nos conectamos a esa persona que pelea o debe pelear por una vida mejor, pero no nos confundamos con la individualidad, me salvo yo y los demás que perezcan, dice el proverbio. Debemos sino observar al luchador correcto, que contagia al prójimo con sus ideas y sueños. Nuestro continente, cuenta con políticos cerrados, individualistas, que portaron la bandera de países dominantes y no la de su Nación. Éstos pusieron la mirada afuera y no mejoraron el interior, provocando la falta de respeto a nuestros valores, nuestra libertad y a la democracia, por estar bajo una terrible  presión exterior se volvieron corruptos.
  Lula es un iniciador del cambio, es el niño industrial, el fuerte sindicalista de izquierda que supo convivir más halla de sus ideas. Cambió su imagen revolucionaria, portadora de políticas comunistas, a la de un padre de familia que cada hogar desea tener en su mesa, debatiendo o cuidando de la mísma. Esto generó un clima de confianza y fue electo y “una nueva era” dio comienzo en Brasil. Es así que los años en que las rivalidades configuraban y daban ventajas y mostraban la debilidad de una nación, fueron poco a poco disolviéndose.
El peligro del choque de poderes, entre capitalistas, sindicales, intelectuales que se preveía, fue desapareciendo con el impulso de Lula.
Pero aun estaban presentes en varios países hermanos. El presidente brasileño convocó y pudo lograr hacer participar a todos los intelectuales, empresarios y sindicales, con toda igualdad, para generar un pacto nacional de lucha contra la pobreza, la corrupción y la desigualdad. Ante estos problemas, que no sólo amenazan a Brasil sino a toda America Latina. Sencillez y gran comprensión son los exponentes mayores para lograr esta política. O decimos que hay Lola, cuando tratamos con personas dispuestas a tratar, sumergidas en valores de solidaridad y cooperación para un progreso sin escalas. El respeto y la protección de una Constitución, son fundamentales y demuestran que hay un acuerdo civil entre el pueblo. A su vez esto genera un funcionamiento en progreso, mostrando que todos somos iguales ante la misma y poseemos los mismos derecho, para vivir de una manera mejor y virtuosa diría Aristóteles. Respetar la soberanía en estos tiempos fue primordial en los países. Y para hacerlo contamos con dos armas “Cooperación” y “Solidaridad”. Y que te dé Lola.

Links de Interés:
http://www.publispain.com/revista/biografia-de-lula-da-silva.htm
http://www.elpais.com/todo-sobre/persona/Lula/da/Silva/815/
http://www.perfil.com/contenidos/2010/09/05/noticia_0013.html

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